Es una buena noticia saber que se está buscando recuperar a Escaba. Pero la satisfacción es doble si se tiene en cuenta que esa tarea la están desarrollando de manera conjunta el Estado y el club de Náutica Embalse Escaba. En otras palabras, los mismos pescadores se están encargando de recuperar un espacio para desarrollar el deporte que tanto los apasiona.
“Vamos a ver si lo sacamos a flote este año”, aseguran entusiasmados Manuel Fernández y Miguel García, directivos del club del sur de la provincia. Esas palabras salieron de su boca mientras observaban, bajo una persistente lluvia, cómo se extraían ejemplares de alevines de pejerreyes para ser sembrados en el lago que está ubicado a unos 25 kilómetros de Juan Bautista Alberdi
Escaba es uno de los sitios pesqueros más tradicionales de estas tierras. El dique empezó a construirse con la presencia del por ese entonces presidente Agustín P. Justo en 1937, pero la obra se paralizó al poco tiempo. Sin embargo, fue reiniciada en 1943 y comenzó a operar en 1947, con Juan Domingo Perón como titular del PE nacional.
Nacido para generar energía a gran parte del sur de la provincia -fin que continúa desarrollando- el espejo fue uno de los grandes centros de la pesca durante mucho tiempo. Sin embargo, en las últimas décadas, la sequía terminó castigándolo. La falta de agua provocó desastres naturales y diezmó la población de las “flechas de plata”, pese a los esfuerzos de la Dirección de Flora y Fauna de repoblarlo.
Operativo salvataje
Las tratativas comenzaron hace bastante tiempo, pero el operativo se puso en marcha el viernes pasado. En cuatro camionetas, los socios del club se llevaron más de 6.000 ejemplares de pejerreyes de la estación de piscicultura de la provincia que dirige el ingeniero Juan Manuel Villa.
“Estos ejemplares fueron reproducidos en la estación. Las lluvias terminaron beneficiando a Escaba y por eso no dudamos en sembrarlos allí”, asegura Carlos Riviere, técnico de la repartición.
Este es el primer paso de un plan de tres etapas que tienen pensado desarrollar. El segundo consiste en volver a hacer una segunda siembra de “flechas de plata” y camarones extraídos de El Cadillal para que sea el forraje de las especies que allí habitan. Y el último, y más importante, es la inauguración de una estación de piscicultura en el club.
“La obra está terminada en un 80 %. Con la colaboración de Riviere y los otros especialistas de Flora y Fauna buscaremos hacer la reproducción, cría y posterior siembra de pejerreyes para lograr el repunte del dique, ya que actualmente sólo se están capturando tarariras y bagres”, explica Héctor Gallo, otro integrante del club fundado en 1949 y que cuenta con más de 400 socios.
Los integrantes no dudan en explicar el porqué de tanto esfuerzo. “Desde hace varios años se están sembrando ejemplares de esta especie, pero lamentablemente sigue sin repuntar. Ahora, con este plan y con la inauguración de la estación, pensamos conseguir mejores resultados aún”, agrega Gallo en una charla con LG Deportiva.
García, por su parte, explica que si bien es cierto que esto se hace gracias al esfuerzo de varios pescadores, queda pendiente otra misión. “Ahora tenemos que cuidar lo que sembramos. Los deportistas, los que sienten a la pesca de verdad, no sólo cuidarán los recursos, sino que además harán hasta lo imposible para que otros lo hagan”, concluye.
PASO A PASO
Los alevines de pejerreyes, luego de nacer, son colocados en los piletones de la Estación de Piscicultura de El Cadillal para que se desarrollen.
Los piletones están protegidos por una media sombra que evita la exposición directa del sol y una tela metálica para protegerlas de los ataques de las aves.
Personal de Flora y Fauna utiliza una red de arrastre para capturar los miles de alevines que están en los piletones.
Con la red con la que se limpian las piletas se extraen los pejerreyes que fueron capturados y se los deposita en un piletón.
Los alevines son el resultado de la reproducción que se realizó en la Estación durante los meses de agosto y de setiembre.
Los ejemplares de “flecha de plata” son colocados en bolsas de plástico cargada con el agua extraída de los piletones de la estación.
Antes de cerrar las bolsas, los trabajadores le colocan oxígeno para que los alevinos puedan sobrevivir hasta que sean sembrados.
Las bolsas con los alevines de pejerreyes son colocadas sobre un plástico más gruesos antes de ser cargadas.
Las bolsas con los ejemplares son cargados en una camioneta para ser trasladados. No necesariamente deben ser cubiertas.
Antes de soltar a los alevines, se deben buscar un lugar donde no haya depredadores para que los exterminen ni bien sean liberados.
Una vez elegido el lugar, se procede a liberar los ejemplares. Se puede dar este paso desde la orilla o embarcado.